martes, 7 de febrero de 2023

Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.


                           


San Cayetano bendito: lo que tú más deseabas: la conversión de los que somos tan pecadores, es un favor inmenso que no hemos logrado conseguir, pero que tú con tu intercesión nos puedes obtener. Pídele a Dios que nos logremos convertir.

Dichoso el que Confía en Dios (Salmo 83).




Este santo, muy popular entre los comerciantes y ganaderos porque los protege de muchos males, nació en 1480 en Vicenza, cerca de Venecia, Italia.

Su padre, militar, murió defendiendo la ciudad contra un ejército enemigo. El niño quedó huérfano, al cuidado de su santa madre que se esmeró intensamente por formarlo muy buen.

Estudió en la Universidad de Padua donde obtuvo dos doctorados y allí sobresalía por su presencia venerable y por su bondad exquisita que le ganaba muchas amistades.

Se fue después a Roma, y en esa ciudad capital llegó a ser secretario privado del Papa Julio II, y notario de la Santa Sede.

A los 33 años fue ordenado sacerdote. El respeto que tenía por la Santa Misa era tan grande, que entre su ordenación sacerdotal y su primera misa pasaron tres meses, tiempo que dedicó a prepararse lo mejor posible a la santa celebración.

En Roma se inscribió en una asociación llamada "Del Amor Divino", cuyos socios se esmeraban por llevar una vida lo más fervorosa posible y por dedicarse a ayudar a los pobres y a los enfermos.

Viendo que el estado de relaajación de los católicos era sumamente grande y escandaloso, se propuso fundar una comunidad de sacerdotes que se dedicaran a llevar una vida lo más santa posible y a enfervorizar a los fieles. Y fundó los Padres Teatinos (nombre que les viene a Teati, la ciudad de la cual era obispo el superior de la comunidad, Msr. Caraffa, que después llegó a ser el Papa Pablo IV)

San Cayetano le escribía a un amigo: "Me siento sano del cuerpo pero enfermo del alma, al ver cómo Cristo espera la conversión de todos, y son tan poquitos los que se mueven a convertirse". Y este era el más grande anhelo de su vida: que las gentes empezaran a llevar una vida más de acuerdo con el santo Evangelio.

Y donde quiera que estuvo trabajó por conseguirlo.

En ese tiempo estalló la revolución de Lutero que fundó a los evangélicos y se declaró en guerra contra la Iglesia de Roma. Muchos querían seguir su ejemplo, atacando y criticando a los jefes de la santa Iglesia Católica, pero San Cayetano les decía: "Lo primero que hay que hacer para reformar a la Iglesia es reformarse uno a sí mismo".

San Cayetano era de familia muy rica y se desprendió de todos sus bienes y los repartió entre los pobres. En una carta escribió la razón que tuvo para ello: "Veo a mi Cristo pobre, ¿y yo me atreveré a seguir viviendo como rico?" Veo a mi Cristo humillado y despreciado, ¿y seguiré deseando que me rindan honores? Oh, que ganas siento de llorar al ver que las gentes no sienten deseos de imitar al Redentor Crucificado".

En Nápoles un señor rico quiere regalarle unas fincas para que viva de la renta, junto con sus compañeros, diciéndole que allí la gente no es tan generosa como en otras ciudades. El santo rechaza la oferta y le dice: "Dios es el mismo aquí y en todas partes, y El nunca nos ha desamparado, si siquiera por un minuto".

Fundó asociaciones llamadas "Montes de piedad" (Montepíos) que se dedicaban a prestar dinero a gentes muy pobres con bajísimos intereses.

Sentía un inmenso amor por Nuestro Señor, y lo adoraba especialmente en la Sagrada Hostia en la Eucaristía y recordando la santa infancia de Jesús. Su imagen preferida era la del Divino Niño Jesús.

La gente lo llamaba: "El padrecito que es muy sabio, pero a la vez muy santo".

Los ratos libres los dedicaba, donde quiera que estuviera, a atender a los enfermos en los hospitales, especialmente a los más abandonados y repugnantes.

Un día en su casa de religioso no había nada para comer porque todos habían repartido sus bienes entre los pobres. San Cayetano se fue al altar y dando unos golpecitos en la puerta del Sagrario donde estaban las Santas Hostias, le dijo con toda confianza: "Jesús amado, te recuerdo que no tenemos hoy nada para comer". Al poco rato llegaron unas mulas trayendo muy buena cantidad de provisiones, y los arrieros no quisieron decir de dónde las enviaban.

En su última enfermedad el médico aconsejó que lo acostaran sobre un colchón de lana y el santo exclamó: "Mi Salvador murió sobre una tosca cruz. Por favor permítame a mí que soy un pobre pecador, morir sobre unas tablas". Y así murió el 7 de agosto del año 1547, en Nápoles, a la edad de 67 años, desgastado de tanto trabajar por conseguir la santificación de las almas.

En seguida empezaron a conseguirse milagros por su intercesión y el Sumo Pontífice lo declaró santo en 1671.



salmo 111

Dichosos los que temen al Señor.

Dichosos los que temen al Señor y aman de corazón sus mandamientos; poderosos serán sus descendientes, Dios bendice a los hijos de los buenos.
Dichosos los que temen al Señor.

Fortuna y bienestar habrá en su casa, siempre actuarán conforme a la justicia. Quien es justo, clemente y compasivo, como una luz en las tinieblas brilla.
Dichosos los que temen al Señor.

Quienes compadecidos, prestan y llevan sus negocios rectamente, jamás se desviarán, vivirá su recuerdo para siempre.
Dichosos los que temen al Señor.

No temerán malas noticias, puesto que en el Señor viven confiados. Firme está y sin temor su corazón, pues vencidos verán a sus contrarios.
Dichosos los que temen al Señor.

Al pobre dan limosna, obran siempre conforme a la justicia; su frente se alzará llena de gloria.
Dichosos los que temen al Señor.

Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Aleluya.

Sitio web del Santuario San Cayetano de Liniers Buenos Aires Argentina



lunes, 7 de diciembre de 2020

¡Oh glorioso San Cayetano!, Providencia, Providencia, Providencia.







Evangelio según San Lucas 5,17-26.

Un día, mientras Jesús enseñaba, había entre los presentes algunos fariseos y doctores de la Ley, llegados de todas las regiones de Galilea, de Judea y de Jerusalén. La fuerza del Señor le daba poder para curar.

Llegaron entonces unas personas transportando a un paralítico sobre una camilla y buscaban el modo de entrar, para llevarlo ante Jesús.

Como no sabían por dónde introducirlo a causa de la multitud, subieron a la terraza y, desde el techo, lo bajaron con su camilla en medio de la concurrencia y lo pusieron delante de Jesús.

Al ver su fe, Jesús le dijo: "Hombre, tus pecados te son perdonados".

Los escribas y los fariseos comenzaron a preguntarse: "¿Quién es este que blasfema? ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?".

Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: "¿Qué es lo que están pensando?

¿Qué es más fácil decir: 'Tus pecados están perdonados', o 'Levántate y camina'?.

Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vuelve a tu casa".

Inmediatamente se levantó a la vista de todos, tomó su camilla y se fue a su casa alabando a Dios.

Todos quedaron llenos de asombro y glorificaban a Dios, diciendo con gran temor: "Hoy hemos visto cosas maravillosas".



Oremos Juntos

.¡Oh glorioso San Cayetano Padre de la Providencia!, no permitas que en mi casa me falte la subsistencia y de tu liberal mano una limosna te pido en lo temporal y humano.


¡Oh glorioso San Cayetano!, Providencia, Providencia, Providencia.

(Aquí se pide la gracia que se desea conseguir)


Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Glorioso San Cayetano, interceded por nosotros ante la Divina Providencia.



Oración compuesta por San Cayetano.

 "Mirad, oh Señor y Padre Santo, desde vuestro Santuario y lugar excelso donde habitáis en el cielo y fijad vuestra mirada en esta Hostia Santa que os ofrece nuestro gran Pontífice vuestro Hijo Santísimo y Señor nuestro Jesús por los pecados de sus hermanos, y perdonadnos nuestras muchas culpas. He aquí la voz de la sangre de nuestro Hermano Jesús que clame a Vos desde la Cruz. Escuchad, ¡oh Señor!, aplacaos, atended y enviad vuestro socorro; no lo retardéis, Dios mío, por vuestra gran bondad ya que vuestro nombre ha sido invocado sobre nosotros, sobre esta ciudad y sobre todo este pueblo y obrad con nosotros según vuestra misericordia".

Oh Dios!, Protector de los que en Vos confían sin cuyo poder y gracia nada existe de bueno y santo; derramad copiosamente sobre nosotros vuestra misericordia para que, a ejemplo de San Cayetano, usemos de tal modo de los bienes temporales que no perdamos los eternos de la gloria. Os lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo Amén.

sigamos rezando juntos y ofrezcamos durante este dia un santo rosario por todos,  gracias! Dios te Bendiga!

sábado, 7 de noviembre de 2020

Glorioso San Cayetano, interceded por nosotros ante la Divina Providencia.

  





Evangelio según san Lucas 16, 9-15
Gloria a ti, Señor.


En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Gánense amigos con los bienes de este mundo. Así, cuando tengan que dejarlos, los recibirán en las moradas eternas. El que de fiar en lo poco, lo es también en lo mucho. Y el que es injusto en lo poco, lo es también en lo mucho. Pues si no fueron de fiar en los bienes de este mundo, ¿quién les confiará el verdadero bien? Y si no fueron de fiar administrando bienes ajenos, ¿quién les confiará lo que es de ustedes?
Ningún criado puede servir a dos señores, pues odiará a uno y amará a otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No pueden servir a Dios y al dinero.
Estaban oyendo todo esto los fariseos, amigos del dinero, y se burlaban de Jesús. El les dijo:
"Ustedes quieren pasar por hombres de bien ante la gente, pero Dios conoce sus corazones; porque, en realidad, lo que parece valioso para los hombres es despreciable para Dios".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.


Salmo 111, 1-2.5-6.8a y 9

Dichosos los que honran al Señor.

Dichoso el que respeta al Señor, y se complace en sus mandamientos. Su descendencia será poderosa en la tierra, la raza de los hombres buenos será bendecida.
Dichosos los que honran al Señor.

Dichoso el hombre que se apiada y presta, y administra con honradez sus asuntos; el hombre recto jamás sucumbirá y su recuerdo perdurará por siempre.
Dichosos los que honran al Señor.

Su corazón está sereno, y no tiene miedo; da sin medida al necesitado, su rectitud permanece para siempre, y mantiene con dignidad su frente en alto.
Dichosos los que honran al Señor




Glorioso San Cayetano, aclamado por todos los pueblos padre de providencia porque socorres con grandes milagros a cuantos te invocan en sus necesidades: acudo a tu altar, suplicando que presentes al Señor los deseos que confiadamente deposito en tus manos.

Aquí se expresan las gracias que se desea obtener

Haz que estas gracias, que ahora te pido, me ayuden a buscar siempre el Reino de Dios y su Justicia, sabiendo que Dios (que viste de hermosura las flores del campo y alimenta con largueza las aves del cielo) me dará las demás cosas por añadidura. Amén.

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Oración compuesta por San Cayetano. "Mirad, oh Señor y Padre Santo, desde vuestro Santuario y lugar excelso donde habitáis en el cielo y fijad vuestra mirada en esta Hostia Santa que os ofrece nuestro gran Pontífice vuestro Hijo Santísimo y Señor nuestro Jesús por los pecados de sus hermanos, y perdonadnos nuestras muchas culpas. He aquí la voz de la sangre de nuestro Hermano Jesús que clame a Vos desde la Cruz. Escuchad, ¡oh Señor!, aplacaos, atended y enviad vuestro socorro; no lo retardéis, Dios mío, por vuestra gran bondad ya que vuestro nombre ha sido invocado sobre nosotros, sobre esta ciudad y sobre todo este pueblo y obrad con nosotros según vuestra misericordia".

Oh Dios!, Protector de los que en Vos confían sin cuyo poder y gracia nada existe de bueno y santo; derramad copiosamente sobre nosotros vuestra misericordia para que, a ejemplo de San Cayetano, usemos de tal modo de los bienes temporales que no perdamos los eternos de la gloria. Os lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo Amén.



Rosario de Bendiciones


miércoles, 7 de octubre de 2020

Glorioso San Cayetano, interceded por nosotros ante la Divina Providencia.




Evangelio según san Lucas 11, 1-4

Gloria a ti, Señor.

Un día Jesús estaba orando en cierto lugar. Cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:
"Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos".
Jesús les dijo:
"Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, puesto que también nosotros perdonamos a todo el que nos ofende, y no nos dejes caer en la tentación".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.


Salmo 116, 1.2

Bendito sea el Señor.

Alaben al Señor todas las naciones, aclámenlo todos los pueblos.
Bendito sea el Señor.

Grande es su amor por nosotros y su fidelidad dura por siempre.
Bendito sea el Señor























Santuario San Cayetano de Liniers, Buenos Aires, Argentina

Colaborar con el Santuario


Oremos Unidos




¡Oh glorioso San Cayetano! Aclamado por todas las Naciones; Padre de Providencia, porque con portentosos milagros socorres a cuantos te invocan con fe en sus necesidades. Te suplico me obtengas del Señor oportuno Socorro en las angustias presentes y sea ello prueba de la bienaventuranza eterna. Amén.

Santísima Trinidad ¡Oh Divina Providencia! Concédeme tu clemencia, por tu infinita bondad, arrodillado a tus plantas, a Ti portento de toda caridad, te pido por los míos casa, vestido y sustento.

Concédenos la salud, llévanos por buen camino, que sea siempre la virtud que guie nuestro destino. Tú eres toda mi esperanza, eres el consuelo mío, en Ti creo, en Ti confío. Tu Divina Providencia se extienda a cada momento para que nunca nos falte casa, vestido, sustento y los Santos Sacramentos en el último momento.



lunes, 7 de septiembre de 2020

San Cayetano ruega por nosotros,! Providencia!


Evangelio según san Lucas 6, 6-11

Gloria a ti, Señor.

Un sábado, Jesús entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. Los escribas y los fariseos estaban acechando a Jesús para ver si curaba en sábado, y tener así de qué acusarlo. Pero él, conociendo sus intenciones, dijo al hombre de la mano paralizada:
"Levántate y ponte ahí en medio".
El hombre se puso de pie. Entonces Jesús les dijo:
"Les voy a hacer una pregunta: ¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado: hacer el bien o el mal, salvar una vida o acabar con ella?"
Y, mirándolos a todos, dijo al hombre:
"Extiende la mano".
El la extendió y quedó curado. Ellos se pusieron furiosos y discutían qué podrían hacer contra Jesús.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.


Salmo 5, 5-6.7.12

Condúceme, Señor, por tu camino santo.

Tú no eres, Señor, un Dios al que pudiera la maldad agradarle, ni el malvado es tu huésped, ni ante ti puede estar el arrogante.
Condúceme, Señor, por tu camino santo.

Al malhechor detestas y destruyes, Señor, al embustero; aborreces al hombre sanguinario y a quien es traicionero.
Condúceme, Señor, por tu camino santo.

Que se alegren con júbilo eterno los que se acogen a ti; protégelos, que se regocijen los que te aman.
Condúceme, Señor, por tu camino santo.

Bendicion del dia 7 de Agosto desde el Santuario San Cayetano


.Gracias San Cayetano,
Ruega por nosotros, amen!

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Omnipotente y sempiterno Dios, que hiciste que San Cayetano confiando en vuestra Providencia despreciara las cosas de la tierra y se viera enriquecido con abundantes bienes celestiales; concedednos que los que imploramos los efectos de vuestra admirable Providencia seamos socorridos en nuestras necesidades por su intercesión. Os lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Glorioso San Cayetano, que tanto apreciasteis la práctica saludable de la oración, que vuestra vida fue una oración continua, y a este provechoso ejercicio dedicabais particularmente hasta ocho horas diarias; haced que estemos plenamente convencidos que todo se alcanza mediante la oración y nada se puede esperar sin ella y que todas nuestras oraciones vayan acompañadas de viva, fe, reverente atención, profunda humildad, filial confianza e inagotable perseverancia. Amén

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Para alcanzar esta gracia y las demás que deseamos obtener por intercesión de San Cayetano, rezaremos tres Padrenuestros a la Santísima Trinidad. Después se dirá la oración final, compuesta por San Cayetano.

Oración compuesta por San Cayetano. "Mirad, oh Señor y Padre Santo, desde vuestro Santuario y lugar excelso donde habitáis en el cielo y fijad vuestra mirada en esta Hostia Santa que os ofrece nuestro gran Pontífice vuestro Hijo Santísimo y Señor nuestro Jesús por los pecados de sus hermanos, y perdonadnos nuestras muchas culpas. He aquí la voz de la sangre de nuestro Hermano Jesús que clame a Vos desde la Cruz. 

Escuchad, ¡oh Señor!, aplacaos, atended y enviad vuestro socorro; no lo retardéis, Dios mío, por vuestra gran bondad ya que vuestro nombre ha sido invocado sobre nosotros, sobre esta ciudad y sobre todo este pueblo y obrad con nosotros según vuestra misericordia".

Oh Dios!, Protector de los que en Vos confían sin cuyo poder y gracia nada existe de bueno y santo; derramad copiosamente sobre nosotros vuestra misericordia para que, a ejemplo de San Cayetano, usemos de tal modo de los bienes temporales que no perdamos los eternos de la gloria. Os lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo Amén.


viernes, 7 de agosto de 2020

Oh Dios!, Protector de los que en Vos confían sin cuyo poder y gracia nada existe de bueno y santo; derramad copiosamente sobre nosotros vuestra misericordia para que, a ejemplo de San Cayetano, usemos de tal modo de los bienes temporales que no perdamos los eternos de la gloria. Os lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo Amén



Evangelio según san Mateo 16, 24-28

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Si alguno quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la conservará. Pues ¿de qué le sirve a uno ganar todo el mundo, si pierde su vida? ¿O qué puede dar uno a cambio de su vida? El Hijo del hombre va a venir con la gloria de su Padre y con sus ángeles. Entonces tratará a cada uno según su conducta. Les aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin ver antes al Hijo del hombre venir como rey".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.




Salmo 111

Dichosos los que temen al Señor.

Dichosos los que temen al Señor y aman de corazón sus mandamientos; poderosos serán sus descendientes, Dios bendice a los hijos de los buenos.
Dichosos los que temen al Señor.

Fortuna y bienestar habrá en su casa, siempre actuarán conforme a la justicia. Quien es justo, clemente y compasivo, como una luz en las tinieblas brilla.
Dichosos los que temen al Señor.

Quienes compadecidos, prestan y llevan sus negocios rectamente, jamás se desviarán, vivirá su recuerdo para siempre.
Dichosos los que temen al Señor.

No temerán malas noticias, puesto que en el Señor viven confiados. Firme está y sin temor su corazón, pues vencidos verán a sus contrarios.
Dichosos los que temen al Señor.


Al pobre dan limosna, obran siempre conforme a la justicia; su frente se alzará llena de gloria.
Dichosos los que temen al Señor.


SAN CAYETANO DE THIENE.
Nació en Vicenza (Italia) el año 1480. Estudió derecho en Padua y luego marchó a Roma, donde el papa Julio II lo empleó en la curia como protonotario. Muerto el Papa dejó la corte pontificia y se ordenó de sacerdote en 1516. Volvió a Vicenza, se entregó a las obras de religión y misericordia y reorganizó el Oratorio del Divino Amor. En 1520 pasó a Venecia, donde sirvió a los pobres en un hospital. Para remediar las carencias que observó en parte del clero, fundó en Roma la sociedad de los Clérigos Regulares llamados Teatinos, inspirada en la vida de los Apóstoles, para promover la formación del clero, la predicación, el confesonario, la atención a los pobres y enfermos, especialmente los incurables, la digna celebración del culto divino. La Orden no debía tener bienes ni pedir limosna, confiando en la Providencia. San Cayetano pasó el último período de su vida en Nápoles, donde desarrolló una extraordinaria labor de renovación en el clero, en los religiosos y en el pueblo. Murió 7 de agosto de 1547.

Oración: Señor, Dios nuestro, que concediste a san Cayetano imitar el modo de vivir de los apóstoles, concédenos, por su intercesión y ejemplo, poner en ti nuestra confianza y buscar siempre el reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Oración compuesta por San Cayetano.

 "Mirad, oh Señor y Padre Santo, desde vuestro Santuario y lugar excelso donde habitáis en el cielo y fijad vuestra mirada en esta Hostia Santa que os ofrece nuestro gran Pontífice vuestro Hijo Santísimo y Señor nuestro Jesús por los pecados de sus hermanos, y perdonadnos nuestras muchas culpas. He aquí la voz de la sangre de nuestro Hermano Jesús que clame a Vos desde la Cruz. Escuchad, ¡oh Señor!, aplacaos, atended y enviad vuestro socorro; no lo retardéis, Dios mío, por vuestra gran bondad ya que vuestro nombre ha sido invocado sobre nosotros, sobre esta ciudad y sobre todo este pueblo y obrad con nosotros según vuestra misericordia".





Feliz Dia San Cayetano, ruega por nosotros!, que todos tengamos Trabajo y el Pan de Cada Dia!!!!! Amen!!!!!



Proclamamos, Señor, que sólo tú eres santo,
 sólo tú eres bueno y nadie puede serlo sin tu gracia; 
por eso te pedimos que, 
mediante la intercesión de san Cayetano, 
nos ayudes a vivir de tal forma en el mundo, 
que nunca nos veamos privados de tu gloria.

Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.


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 Misa de 11hs desde el Santuario de San Cayetano de Liniers, Buenos Aires




Santuario de San Cayetano 

Novena