Proclamamos, Señor, que sólo tú eres santo, sólo tú eres bueno y nadie puede serlo sin tu gracia; por eso te pedimos que, mediante la intercesión de san Cayetano, nos ayudes a vivir de tal forma en el mundo, que nunca nos veamos privados de tu gloria.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén
Evangelio según san Lucas 15, 1-10
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharlo; por lo cual
los fariseos y los escribas murmuraban entre sí:
"Este recibe a los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola:
"Quién de ustedes si tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el
campo y va en busca de la que se perdió hasta encontrarla? Y una vez que la encuentra, la
carga sobre sus hombros, lleno de alegría; y al llegar a su casa reúne a los amigos y les dice:
Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido. Yo les aseguro:
también en el cielo habrá más alegría por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve
justos que no necesitan arrepentirse.
¿Y qué mujer hay que si tiene diez monedas de plata y pierde una, ¿no enciende luego una
lámpara, barre la casa y la busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne
a sus amigas y vecinas y les dice: Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que se me
había perdido. Yo les aseguro que así también se alegran los ángeles de Dios por un solo
pecador que se arrepiente".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oremos a Dios nuestro Padre, en quien tenemos puesta nuestra esperanza.
-Por la Iglesia: para que sea como lámpara encendida en medio de las tinieblas y abra nuevos horizontes de esperanza.
-Por cuantos tienen autoridad en el mundo: para que frenen las ambiciones, pongan fin a las guerras y fomenten la paz y la justicia.
-Por los emigrantes, los enfermos, los marginados y cuantos sufren: para que Dios y los hermanos aviven sus esperanzas.
-Por todos los que hemos sido iluminados con el don de la fe: para que nos mantengamos firmes en la esperanza y ardientes en la caridad.
Oración: Te pedimos, Padre, que no abandones a tus hijos en su debilidad, sino que en su pobreza manifiestes la fuerza de tu poder. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
salmo 26
El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar?
El Señor es mi luz y mi salvación.
Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia.
El Señor es mi luz y mi salvación.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Armate de valor y fortaleza y en el Señor confía.
El Señor es mi luz y mi salvación
-Por la Iglesia: para que sea como lámpara encendida en medio de las tinieblas y abra nuevos horizontes de esperanza.
-Por cuantos tienen autoridad en el mundo: para que frenen las ambiciones, pongan fin a las guerras y fomenten la paz y la justicia.
-Por los emigrantes, los enfermos, los marginados y cuantos sufren: para que Dios y los hermanos aviven sus esperanzas.
-Por todos los que hemos sido iluminados con el don de la fe: para que nos mantengamos firmes en la esperanza y ardientes en la caridad.
Oración: Te pedimos, Padre, que no abandones a tus hijos en su debilidad, sino que en su pobreza manifiestes la fuerza de tu poder. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
salmo 26
El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar?
El Señor es mi luz y mi salvación.
Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia.
El Señor es mi luz y mi salvación.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Armate de valor y fortaleza y en el Señor confía.
El Señor es mi luz y mi salvación
No hay comentarios:
Publicar un comentario