martes, 31 de agosto de 2010

"Dios es el mismo aquí y en todas partes, y El nunca nos ha desamparado, ni siquiera por un minuto".


Cuando estamos en Paz con nosotros mismos, todos los desafios son posibles.
La Paz del corazón, que regala Dios, es la que nos permite ver con claridad, serenidad y poder elegir. Incluso nos permite no sentirnos divididos, entendiendo que las cosas importantes de la vida, estan fundamentadas en los valores del Evangelio y se resumen en el amor.

Meditacion con San Cayetano Su Vida y como llegó a nosotros.. aprendamos con el a servir al Señor

"Veo a mi Cristo pobre..."

San Cayetano, era de familia muy rica pero supo desprenderse de todos sus bienes y los repartió entre los pobres. En una carta escribió la razon que tuvo para ello: "Veo a mi Cristo pobre¿y yo me atreveré a seguir viviendo como un rico? veo a mi Cristo humillado y despreciado, ¿ y seguiré deseando que me rindan honores? Oh, que ganas siento de llorar al ver que las gentes no sienten deseos de imitar al Redentor Crucificado". En Nápoles un señor rico quiso regalarle unas fincas para que viva de la renta, junto con sus compañeros, diciendole que allí la gente no es tan generosa como en otras ciudades. El Santo rechaza la oferta y le dijo "Dios es el mismo aquí y en todas partes, y El nunca nos ha desamparado, ni siquiera por un minuto". Fundó asociasiones llamadas "Montes de piedad" (Montepíos) que se dedicaban a prestar dinero a gentes muy pobres con bajisimos intereses. Los ratos libres los dedicaba, donde quiera que estuviera, a atender a los enfermos en los hospitales, especialmente a los mas abandonados y repugnantes.

Oremos Hermanos, porque orar es bueno y hace bien.

Señor queremos ser servidores de verdad testigos de Tu Amor instrumentos de Tu Paz. Enseñanos a perdonar para poder ser perdonados. Convéncenos que por tener un PadreDios somos hermanos y Su Voluntad es que haya paz. Ayúdanos a comprender que la mision del bautizado es compartir con los demas su Fe en Jesús Resucitado. Amén.

La Paz para nosotros es Esperanza. La Paz es un Don de Dios que entrega a sus hijos sin distincion al debil, al caído, al alejado, a todos, a su pueblo.
San Cayetano murió rezando por la Paz: Los ultimos dias de Su Vida nuestro querido Santo, sintió el dolor de sus hermanos que se mataban entre sí. Intercedió ante las autoridades para que parara la guerra en la ciudad de Nápoles. No lo escucharon. Ofreció Su Vida en la oracion. Al dia siguiente de Su Muerte se firmó la Paz.

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